Existen muchas razones por las cuales alguien puede padecer de estrés, una de las más comunes, es la preocupación por alguna situación. Cuando eres propietario de una vivienda, algo que puede ser detonante de estrés, es el temor por ser víctima de un robo en la casa, y que tanto tú, como tu familia, puedan correr algún riesgo, antes de que puedas contratar a un cerrajero profesional que te ayude a reforzar la seguridad del lugar.
¿Qué es el estrés?
Es el resultado de esa desagradable sensación de tensión, puede ser física o emocional, y su origen puede ser cualquier situación o pensamiento que genere angustia, frustración, furia o nervios.
La aparición del estrés, es la reacción que el cuerpo externaliza ante este tipo de situaciones que generan preocupación o temor.
Tipos de estrés
El estrés se puede clasificar en dos grupos principales.
Estrés agudo. Es un estrés que desaparece casi de inmediato, puede estar relacionado con alguna situación negativa, como tener una pelea con alguien o algo emocionante, como rodar en una pendiente pronunciada montado sobre una bicicleta o esperar a que llegue esa persona que tanto te atrae.
Estrés crónico. Se trata de un tipo de estrés que tiene una larga duración, puede ser días, semanas e incluso meses. Este puede estar relacionado con problemas económicos, tener una relación sentimental infeliz y no te decides a separarte, problemas en el trabajo, detección de alguna enfermedad grave.
Muchas personas que padecen estrés crónico, tienen tanto tiempo con esta condición, que se acostumbran a vivir de esta manera, pero con el avance del tiempo, esto puede traer graves problemas de salud.
Manifestaciones del estrés en el cuerpo
Cuando alguien presenta estrés, su cuerpo comienza a liberar hormonas, por lo que el cerebro suele estar más alerta de lo normal, también puede ocasionar que los músculos se tensen y acelerar el pulso.
Es probable que al conocer lo que ocurre en el cuerpo ante el estrés no parezca grave, de hecho, es beneficioso, porque esto permite que el cuerpo esté alerta y se pueda proteger a sí mismo, ante cualquier amenaza real.
El problema es cuando padeces de estrés crónico, que es cuando tu cuerpo se mantiene alerta… todo el tiempo, incluso cuando no existe peligro. Esto, puede poner en riesgo la salud, en especial cuando comienzan a aparecer algunos síntomas, como la presión arterial alta, obesidad, depresión, ansiedad, problemas con la piel como acné, insuficiencia cardíaca, entre otros.
Y cuando el nivel de estrés es demasiado elevado, pueden aparecer otros malestares como diarrea, estreñimiento, mala memoria, dolores de cabeza, falta de concentración, falta de energía, cuello o mandíbula rígidos, mucho cansancio, problemas para dormir, problemas sexuales, y la lista continúa.
Recomendaciones para controlar el estrés
Todos hemos experimentado el estrés en algún momento de nuestra vida, sin embargo, si sientes que estás perdiendo el control, te recomendamos seguir estas recomendaciones y así lidiar con el estrés de una manera positiva.
- Realiza respiraciones profundas, así vas a respirar más lento, lo que va a permitir la relajación de los músculos. También puedes hacer ejercicios de estiramiento.
- Toma unos minutos para ti, escucha tu música favorita o lee un libro, así llevarás tu atención a pensamientos positivos.
- Evita los estimulantes como el café o el azúcar, prefiere te, e ingiere alimentos con vitamina B.
- Habla con amigos o familiares, así podrás tener otro punto de vista respecto a tus problemas y quizás encuentres una solución viable.